¡Cuando menos se piensa, salta la liebre!
Es
una de aquellas tardes en las que se ama más que cualquier otro día al rey de
los deportes. 2 de los más poderosos clubes quedan eliminados con una justicia
absoluta, y salen aquellos seguidores a justificarse recordando cosas del
pasado que no vienen al caso. A veces se gana y a veces se pierde. Si se
considera que el rival se la tiene que aguantar, aguántesela también.
Es el
problema de estar en una liga en la que prácticamente se camina durante toda la
temporada; a la hora de enfrentar un equipo que demuestra temple y seriedad, si
no se cuenta con una “ayudita extra”, es muy difícil encontrar el milagro. Quedan
al descubierto todas aquellas falencias que el dinero y el arbitraje tienden a
cubrir.
El
fútbol es y seguirá siendo la dinámica de lo impensado, aunque los favoritos
(sea por dinero, nombre o plantilla) sigan siendo favoritos eternamente. Hay
que disfrutar de estas noches mágicas, porque en las competiciones domésticas
es muy difícil encontrarse con una. Los “grandes” dominan a los “chicos”, a
veces sin merecerlo, obteniendo resultados que, por interés mayoritario, deben conseguir.
Recuerdo
a Modric, hace un par de semanas, cuando ganaron la liga, diciendo: “sabíamos que
sin Cristiano íbamos a seguir ganando”. Nada más falso, triste y vacío que eso.
Y hoy quedó demostrado. Los 2 (Cristiano y Real Madrid) eliminados el mismo
día. Que falta que le hacen el uno al otro.
David Ricardo Guerrero
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