El rey de la pista
Mentiría
si digo que a mí me fascina su juego, que me llena verlo jugar, o que siempre
lo he considerado como uno de los mejores. Mentiría si digo que no me da fastidio
cada vez que lo veo por el piso haciendo una de sus (cada vez menos frecuentes)
actuaciones, buscando una tarjeta o una falta que le permitan a él y a su
equipo acercarse a la victoria.
No se
puede tapar el sol con un dedo, Neymar ha sido el alma del equipo en los 2
últimos partidos. Fue el que luchó, insistió, persistió y nunca desistió frente
al Atalanta, y fue el que hoy brindó espectáculo y lujo, incluida una
asistencia de taco, para que su equipo le pasara por encima a un pobre e
indefenso Leipzig. El brasilero está en su mejor versión.
Ha
logrado poner los pies sobre la tierra y explotar ese don que tiene para
acariciar la bola y dominarla a su antojo. Ha conseguido por fin entender, que
puede tener al mundo del fútbol a sus pies si se lo propone, sin importar quién
esté a su lado. Los focos están sobre su cabeza y hoy más que nunca gana
adeptos y méritos para un posible balón de oro. Encontró su lugar.
Su
consagración absoluta podría venir el domingo. Ahí deberá demostrar que ha
encontrado la madurez suficiente para optar a estar, en el olimpo del fútbol
mundial.
David Ricardo Guerrero
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