Adios a “Il Grande Torino”
31 personas perdieron la vida aquel 4 de mayo de 1949. Sus nombres aún permanecen escritos en el lugar de los hechos, donde aún se reúnen los seguidores del Torino, para recordar lo sucedido. Se había ido uno de los más grandes equipos de toda la historia.
Amo y señor de la liga en
Italia a finales de la década del 40. Ganó el Scudetto del 43, 46, 47, 48 y se
preparaba para ganar el del 49 (los del 44 y 45 fueron suspendidos por la
Segunda Guerra Mundial). El Torino era, y aún sigue siendo, el equipo más
querido de Turín, aún por encima de la Juventus. El destino le jugó una
terrible pasada.
Era considerada una máquina de
jugar fútbol. Era el equipo más respetado y temido de toda Europa, y el más
aclamado y querido en toda Italia. No había rincón del continente donde no se
hablara del equipo granate, sin deshacerse en elogios. Conforme pasaban
los años, el equipo de Lievesley (director técnico) y Mazzola (capitán),
parecía afianzarse más a la cumbre del fútbol europeo.
Aquella temporada de 1949
Torino lideraba la liga, por delante de Inter de Milán, con 4 puntos de ventaja,
a falta de 4 fechas para la finalización. El equipo viaja a Lisboa a jugar un
partido amistoso frente a Benfica, que servirá como homenaje a su eterno capitán,
José Xico Ferreira, quien se despedía del fútbol profesional. Sería la última
vez que se vería a aquel maravilloso equipo en un terreno de juego.
Al regreso, una tormenta
azotaba el cielo turinés. Durante el descenso el piloto del avión trimotor que
transportaba a todo el plantel del equipo (jugadores y directivos), a 3
periodistas que habían sido enviados especialmente a cubrir el encuentro en
suelo portugués, y toda la tripulación, perdió la ruta de vuelo y fue a parar a
un muro que hacía parte de la Basilica de Superga, a 20 kilómetros de Turín.
No hubo sobrevivientes. El
único, Sauro Tomá, lateral izquierdo que acaba de ser fichado por el club
granate, y que no pudo viajar con el equipo debido a una lesión. Días
después, en medio de un multitudinario funeral, celebrado en la plaza principal
de Turín, se le vio llorando desconsoladamente la perdida de los que hasta hace
un par de días eran sus compañeros.
El impacto del accidente en el
fútbol italiano fue tal, que se declaró luto oficial. Los últimos 4 partidos de
la temporada, aun cuando ya se había declarado campeón al “Toro”, los disputó
con juveniles, y sus rivales, sumidos en la tristeza y por respeto a la tragedia,
decidieron hacer lo mismo. Todos sabían que se acababa de ir la mejor plantilla
de un club, en toda la historia del fútbol italiano.
El trauma de aquel suceso se
plantó en la selección azzurri. Decidió no viajar en avión al mundial de
Brasil 1950, realizando una travesía de varias semanas en barco, para quedar
eliminada en la primera fase de la cita orbital. 10 de los 18 jugadores que
fallecieron en el devastador accidente, probablemente serían titulares en
Brasil, e Italia podía llegar como una de las favoritas a coronarse campeona
del mundo por 3ra vez.
Aunque sigue siendo el equipo
favorito de Turín, y uno de los más queridos de Italia, Torino no ha podido
volver a formar un equipo, ni cercano, a aquel que dominó el fútbol, en la década
del 40 y liderado por Valentino Mazzola. El capitán dejaría un hijo, Sandro
Mazzola; que también triunfaría en el fútbol, también con el número 10 de su
padre, pero en el Inter de Milán.
David Ricardo Guerrero
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