El premio a la cobardía

 

¿En serio un equipo pretende pasar de fase a punta de pelotazos a sus delanteros para que se las arreglen? ¿Pretenden pasar de fase reboleando todo balón que tenga la idea de cruzarse por su área? No hay acto más grande de cobardía que entrar a un partido sintiéndose inferior. Dependiendo de un milagro para clasificar.

Me hace gracia ver como un equipo, que no hizo nada por el partido, cuando recibe un gol a poco del final, ahora sí se apura para buscar el resultado. No sé si el tema será del técnico, de estrategia o de táctica, pero sí hay que mostrar un poco de valentía y rebeldía dentro del terreno de juego.

Los equipos amarretes, sin ideas y que esperan a que los resultados les caigan del cielo, obtienen lo que obtuvo hoy el Wolverhampton, la eliminación. El echarle toda la responsabilidad a sus delanteros, mientras el resto del equipo se encerraba debajo del arco para no recibir gol, lo condenaron. Los hirieron de muerte tan cerca del final, que no tuvieron tiempo de reaccionar.

Aún recuerdo aquel Leicester que ascendió y creyó en sí mismo hasta el punto de llevarse la liga más complicada del fútbol europeo. Si no creemos y luchamos por las cosas, no pretendamos obtenerlas.  

David Ricardo Guerrero