UN FORAJIDO, UN REGALO Y UNA ESPERANZA

 

Todo estaba dado para la fiesta, para la celebración y el freno de mano para tomar un merecido descanso, sin embargo, entra al campo este animal, este enfermo del área y se inventa una asistencia y dos goles en 20 minutos. Un debut soñado en Atlético de Madrid y una soberana bofetada al que tuvo “la maravillosa idea” de dejarlo ir de Barcelona.

En el fútbol moderno, pocos delanteros tienen la técnica, la asociación, la intensidad y la ambición que posee el uruguayo. A pesar de haber pasado los 30, sigue jugando como un muchachito que tiene en sus ojos el éxito asegurado. Sabe cuándo entrar y cuándo salir a recibir, cuándo debe darla y cuándo rematar. Es un dios abriéndose espacios entre los defensas, y en el área se mueve como pez en el agua.

Es increíble y hasta un poco vergonzoso, que un club con la jerarquía y la historia de Barcelona deje salir a un jugador de semejante valor; aún más, que su salida sea hacia un rival directo tanto en el ámbito doméstico, como en el ámbito internacional. El resultado de todo esto… “no hay cuña que más apriete, que la del mismo palo”.

Tal vez era el salto de calidad que le faltaba a Atlético de Madrid para ponerle pie a los 2 dominadores del fútbol español. Tal vez el uruguayo sea un estímulo mayor y el equipo del “Cholo” por fin haga pesar la nómina y aquella garra que lo identifica, y que le permitió quedarse con el certamen liguero. Quizá el equipo colchonero sea la esperanza y el camino a seguir por todos los equipos, para sacar al fútbol español de una monotonía que a veces se torna hasta insoportable.

David Ricardo Guerrero